martes, 3 de junio de 2014

¿Las piedras?... al rio!



Conforme va pasando la vida, van pasando los años. Llega un día en el que te pones a repasar, a contar las piedras con las que tropezaste en este camino llamado Vida. Esas piedras de diferente tamaño, ya que unas guardan más recuerdos que otras y por tanto unas dolieron más que otras. Pero conforme va pasando la vida, te vas dando cuenta de donde estas, de por qué has llegado hasta donde tus pies están. Te vas dando cuenta de que todo lo que eres ahora, es por las piedras que recogiste en el pasado, esas que te hicieron llorar pero a la vez te hicieron fuerte.
Hoy, es uno de esos días en los que mi cabeza piensa en esas piedras, en esos recuerdos que en un pasado tuve. Entonces, paro a pensar en mi presente, en mi día a día, y me doy cuenta de donde estoy y de a quién tengo.  Puede que sea pronto o puede que me este precipitando, pero mi corazón se siente agusto donde está y con quien está. Lo que siento por esta persona es incomparable con lo que nunca he podido llegar a sentir por nadie. Parecen cosas cursis cuando dices que el amor es inexplicable, pero cuando lo sientes de verdad es cuando cierras los ojos, suspiras,  sale una sonrisa libre en tus labios, recuerdas algún momento con él y, simplemente, no te salen las palabras, no sabes explicarte; se te hace tan pequeño todo cuando piensas en cómo definir el amor...
Sin duda alguna, es realmente cierto eso que dicen de que el amor, es lo más bonito que te puede pasar en la vida. Por primera vez en este camino, y después de tropezar varias veces, me doy cuenda de lo que es estar realmente agusto con una persona, de no sentir agobios ni tener nada que echarle en cara, de estar con esa persona y sentir que no hay nada más importante que su sonrisa; que se pare el planeta, que se funda el reloj, que no existan los problemas, que todo lo malo desaparezca. Solo él sabe hacerme sonreír aun cuando siento la inexistencia de dicha felicidad. Solo con él he aprendido a amar de verdad, y a sentirme verdaderamente correspondida. Su forma de sonreír, de mírame, de acariciarme, de abrazarme,… sientes algo en tu interior que jamás has sentido, y eso es seguridad, respeto, cariño y amor. Conforme va pasando la vida te vas dando cuenta que lo que importa no es un pecho musculoso, sino lo que se esconde debajo de él.  De que lo que importa no es una fecha, sino lo que esa fecha marcó en tu camino. De que la distancia es ínfima cuando sabes lo que después de esos kilómetros te espera.
Va pasando la vida y, al recordar esos tropiezos, al recordar esos momentos, te das cuenta de lo ciega que estabas, de lo equivocado que estaba tu corazón y tu cabeza, porque solo cuando has sufrido con los momentos del pasado, solo cuando las caídas hacen daño; cuando crees que nunca encontrarás a esa persona que realmente te respete, esa persona que sin pedírselo reproduzca todo lo que esperabas de un hombre, entonces es cuando aprecias los pequeños detalles, las cosas que parecen insignificantes pero que nunca has tenido la suerte de presenciar. Conforme vas creciendo,  aprecias más los valores y los gestos que un cuerpo 10, entonces es cuando, sin venir a cuento, cuando menos te lo esperas y de la manera menos perceptible, aparece. Aparece recogiéndote del suelo sin importar nada ni nadie, aparece respetándote, reproduciendo todo lo que en tu cabeza esperabas de un hombre. Entonces, es cuando te das cuenta de que la vida te ha regalado lo mejor que podía regalarte, y es el amor de esa persona con la que desearías pasar el resto de tu vida, y la cual desea que tu permanezcas junto a él, el resto de la suya.



24/11/13 ~ 24/05/14



Cada día que pasa me voy dando más cuenta de que eres tú la persona que tenía que llegar a mi vida, mas tarde o más pronto, para quedarse en ella. Mi sonrisa necesita la tuya, el rojo fuego de mis ojos cuando les da el sol necesitan la calma azul océano de los tuyos, mis manos necesitan que las tuyas les acompañen en el camino de la vida, y mi cuerpo añora sentir el calor de tus brazos. Pero sobretodo mi corazón necesita tu corazón para seguir latiendo al mejor compás que puede existir y es el que tú y yo nos propongamos. No me podría imaginar nunca que llegaras tan pronto y cuando más te necesitaba. Eres mi ángel guardián. Te quiero, te quiero como nunca jamás he querido a nadie. Te quiero más que a cualquier cosa en este planeta. Pero esta sinceridad por mi parte viene causada por tus sentimientos hacia mí, por todo lo que me has demostrado, por lo feliz que me haces sentir siempre y por estar ahí cuando más te necesito. Eres increíble ratón. Eres mi mayor logro y mi mayor apoyo. No quiero que esto acabe nunca, no quiero dejar de sentir tu cuerpo ni de dejar de escucharte tocar o cantar. Tampoco de dejar de ver esos ojicos y esa sonrisa que tanto significa para mí. Pero tampoco quiero dejar de sentir tus caricias ni tu amor. Ya van 6 meses, medio añico, y eres lo mejor que jamás me ha ocurrido. No ha habido agobios ni cosas para cambiar. En resumidas cuentas: eres mi mayor felicidad día a día y ojalá esto dure tanto como yo espero que dure: infinitas vidas!