Echo tanto de menos besar, sentir el roce de unos labios queridos, deseados,
rozando los míos. Es algo que necesito tanto como el respirar, es algo que no
tiene comparación con los besos que sus labios me pueden dar. Respirar pasaría
a un segundo plano, sería innecesario si tus besos están al lado.
Echo tanto de menos las caricias, pasear con alguien cogidos de la mano. Mirarle a los ojos y ver reflejado en ellos una sonrisa en mi rostro, una sonrisa que ha brotado inconscientemente pero consciente de lo que siento. Notar sus manos rozándome con delicadeza, como si fuera un cristal. Ir juntos hacia ningún lugar, hacia donde nos lleve el viento.
Echo tanto de menos tener a alguien a mi lado, a alguien con quien pueda compartir tanto sonrisas como caricias, tanto éxitos como problemas. Alguien que pueda ser mi amigo y algo más que un amigo. Alguien que esté a mi lado sin tener que pedírselo, que me susurre un “te quiero” al oído, que le susurre un “no te necesito” al olvido. Alguien que de todo por mí al igual que yo lo daría por él. Alguien que le importe una mierda si está la maldita distancia, porque su sentimiento rompería con ella y con lo que hiciera falta, al igual que yo lo haría.
No necesito objetos adinerados en forma de regalo para saber que me ama, simplemente necesito detalles, gestos, manías que le hagan ser especial, distinto a los demás.
Tener a alguien así, sería un verdadero regalo de la vida, un regalo que nunca dejaría deteriorar, una flor que nunca dejaría marchitar.
Echo tanto de menos las caricias, pasear con alguien cogidos de la mano. Mirarle a los ojos y ver reflejado en ellos una sonrisa en mi rostro, una sonrisa que ha brotado inconscientemente pero consciente de lo que siento. Notar sus manos rozándome con delicadeza, como si fuera un cristal. Ir juntos hacia ningún lugar, hacia donde nos lleve el viento.
Echo tanto de menos tener a alguien a mi lado, a alguien con quien pueda compartir tanto sonrisas como caricias, tanto éxitos como problemas. Alguien que pueda ser mi amigo y algo más que un amigo. Alguien que esté a mi lado sin tener que pedírselo, que me susurre un “te quiero” al oído, que le susurre un “no te necesito” al olvido. Alguien que de todo por mí al igual que yo lo daría por él. Alguien que le importe una mierda si está la maldita distancia, porque su sentimiento rompería con ella y con lo que hiciera falta, al igual que yo lo haría.
No necesito objetos adinerados en forma de regalo para saber que me ama, simplemente necesito detalles, gestos, manías que le hagan ser especial, distinto a los demás.
Tener a alguien así, sería un verdadero regalo de la vida, un regalo que nunca dejaría deteriorar, una flor que nunca dejaría marchitar.
me encanta como escrives beaaa! me pasare siempre que pueda :D
ResponderEliminareste blog esta lleno de sentimientos :)
cuidate muchooo
besossss!
Muchas gracias J.F. :)
EliminarEspero poder escribir mucho más y que la inspiración me acompañe más día a día, porque esto lo escribi el jueves y da gracias jaja :)
Unbeesico y muchas gracias por pasarte ^^
Muuaks!
beaa no sabiia esto de tii me estas dejando sin palabras esto es alucinante me encanta todo!! tengo los pelos de punta sandra
ResponderEliminarjajajaja me alegra que te guste :)
ResponderEliminarSé de gente que me ha dicho que con este texto a llorado. La verdad, fué el primero que hice sola y en el que más sentimientos heché y me alegro que esos sentimientos con los que escribí los lograrais notar todos :)
Unbeesazo y muchas gracias por pasarte Sandra! (K)